Lyn May: La icónica vedette mexicana que tuvo una vida de maltratos y engaños

Liliana Mendiola Mayanes nació en Acapulco de Juárez, Guerrero, en 1952 , y tuvo una infancia marcada por la pobreza y las dificultades. Popularmente conocida como Lyn May, fue la mayor de cinco hermanos, todos con ascendencia china.

En su niñez, Liliana colaboraba en su hogar vendiendo souvenirs a los turistas porque tenía que ayudar a su familia. A los 13 años, empezó a trabajar como mesera en un puesto de comidas del Mercado Central, lugar que, sin saberlo, marcaría su vida.

Lyn May nació en Acapulco, Guerrero, lo que la convierte en una actriz completamente mexicana. Aunque su nacionalidad es mexicana, su linaje tiene raíces asiáticas, ya que sus abuelos son de ascendencia china y japonesa.

Este mestizaje cultural ha influido en su imagen única dentro del entretenimiento en México, destacándose en la década de los 70 como vedette y actriz, lo que la ha convertido en una figura emblemática en la cultura popular mexicana en ese entonces y actualmente.

Si bien sabemos que Lyn May es conocida por su carrera en el mundo del entretenimiento, pocas personas saben que tuvo su primer trabajo en el Mercado Central de Acapulco. A temprana edad, comenzó a trabajar en un puesto de verduras y frutas para ayudar a su familia.

Su experiencia en el mercado le enseñó el valor del esfuerzo y la perseverancia, aspectos que más tarde aplicaría en su carrera artística, ya que estos son valores fundamentales para triunfar y mantener una trayectoria llena de éxito en el mundo de las celebridades.

Fue precisamente en el Mercado Central donde conoció a su primer esposo, un marino mexicano de 42 años, quien, impresionado por su belleza, la cortejó hasta que ella accedió a casarse con él. Poco después, ambos se mudaron a la Ciudad de México.

Sin embargo, las cosas no salieron como esperaba. Se sabe muy poco acerca de este hombre — incluso su nombre es un misterio, aunque Lyn May mencionó que era 26 años mayor que ella y que fue forzada a casarse a los 16 años.

En múltiples entrevistas, Lyn May ha narrado el dolor de haber dejado a su primer esposo, quien ejercía violencia sobre ella. La actriz contó que este hombre no quería hijos porque ya tenía hijos grandes y le pegaba en el vientre.

A pesar de la presión de la época por mantenerse al lado de su esposo, la vedette optó por su libertad y se alejó de esa relación tortuosa, algo que en aquel entonces no era algo sencillo.

A los 16 años, intentó volver a su casa en Acapulco con sus dos hijas, una de ellas recién nacida, pero su familia la obligó a regresar con su esposo.

Entonces, tomó a sus dos pequeñas y se fueron a vivir con la abuela de Lyn, quien cuidaba a las niñas mientras la actriz salía a trabajar para alimentarlas y darles una vida digna. Tras un par de años, finalmente se pudo separar del padre de sus dos hijas.

La información sobre las hijas de Lyn May es escasa, tanto así que recién en 2016 reveló tener una tercera hija. Se desconoce si también es fruto de su primer matrimonio. Lyn May ha mencionado hace poco que sus hijas enfrentaron acoso escolar debido a la exposición pública de su trabajo, ya que aparecía sin ropa en revistas y películas.

Para proteger a sus hijas de este hostigamiento, Lyn May decidió enviarlas a un internado en Missouri, lo que podría explicar la falta de información sobre ellas.

En 1969, Lyn May se unió al elenco del Teatro Iris, donde recibió el nombre artístico que la haría conocida. Enrique Lombardini, el empresario del lugar, la nombró Lyn May, que en chino significa “bonita flor.” Desde ese momento, su carrera en el vedetismo despegó, inspirada por las vedettes Gloriella y Cleopatra.

Estas estrellas del espectáculo fueron su primer contacto con el mundo del entretenimiento, marcando el inicio de una destacada trayectoria en teatro y cine.

Después de su primer divorcio y con dos hijas que mantener en aquel entonces, Lyn comenzó a trabajar como bailarina en el restaurante El Zorro en el puerto, a pesar de no tener experiencia en el arte. Allí conoció al fotógrafo Pedro Cardona, quien se convirtió en su pareja y la llevó a la Ciudad de México.

En la capital, Pedro la presentó a Raúl Velasco, famoso conductor de televisión, quien impresionado por su talento la contrató como bailarina para el programa Siempre en domingo.

Gracias a su talento en el baile fue contratada en el Tropicana de Acapulco, donde dejó una huella imborrable en aquella época dorada. Su presencia en el famoso cabaret se convirtió en un fenómeno, gracias a sus enérgicas actuaciones y su carisma deslumbrante.

Cada noche, el Tropicana vibraba con su estilo extravagante y sensual, atrayendo a una multitud fascinada. Lyn May no solo brilló en el escenario, sino que también solidificó su estatus como una de las estrellas más queridas del espectáculo mexicano.

Lyn May y Eric del Castillo mantuvieron una relación sentimental en la década de los 70. Durante ese tiempo, Lyn y Eric, reconocido actor y figura pública, vivieron un romance que atrajo la atención mediática.

La relación comenzó en 1974 y duró alrededor de dos años, marcando un capítulo destacado en la vida personal de ambos. Aunque su romance no prosperó a largo plazo, su vínculo fue significativo en el contexto del espectáculo y la sociedad mexicana de la época.

Lyn May y Germán Valdés, conocido como Tin Tan, tuvieron una relación que marcó una etapa en la vida de la vedette y el icónico comediante mexicano. En los años 70, cuando Lyn May era una figura prominente en el espectáculo y Tin Tan era un ícono del cine de comedia, se conocieron y compartieron momentos tanto en la pantalla como en eventos sociales.

Su relación, aunque breve, fue objeto de atención mediática y especulación, destacándose por la química que ambos proyectaban. A pesar de que la relación no duró demasiado, quedó en la memoria de la cultura del espectáculo mexicano.

Recientemente, Marcos Valdés, sobrino de Tin Tan, ha negado los rumores de un romance entre Lyn May y su tío. Tras las afirmaciones de la vedette sobre una breve relación con el famoso Germán Valdés, Marcos salió a refutar la historia.

Varios periodistas buscaron la opinión de Marcos, hijo de El Loco Valdés, quien expresó sus dudas sobre la veracidad del romance, argumentando que Lyn May y Tin Tan no son contemporáneos, lo que haría improbable la relación. Además, Marcos aseguró que, aunque su tío era muy aventurero, nunca escuchó nada sobre un romance con Lyn May.

José López Portillo, presidente de México entre 1976 y 1982, tuvo una breve relación con la vedette Lyn May durante su presidencia en los años 70. Se rumorea que Portillo fue uno de los muchos políticos y figuras públicas que frecuentaban el cabaret Tropicana de Acapulco, donde Lyn May trabajaba.

La relación generó mucho interés y especulación en la prensa de la época, añadiendo a la fama y el misterio que rodeaba tanto al político como a la vedette.

Lyn May confesó haber tenido un romance con Juan Gabriel, quienes compartieron una amistad y complicidad que trascendió el ámbito profesional. En los años 80, cuando Lyn May se consolidaba como vedette y Juan Gabriel como uno de los íconos de la música mexicana, ambos se encontraron en eventos y escenarios, fortaleciendo su relación.

Su vínculo se caracterizó por un profundo respeto y apoyo mutuo. Lyn May admiraba el talento y carisma de Juan Gabriel, mientras que él valoraba la energía y presencia de la vedette.

En 1989 conoció a Antonio Chi Xuo con quien se dice que tuvo la relación más prolongada y estable, ya que fueron 25 años de relación. Chi Xuo era un empresario destacado y propietario de varios restaurantes, entre ellos la cadena Siete Mares.

Desafortunadamente, el empresario falleció en 2008 a causa de un cáncer. No solo se lo recuerda por su relación con la famosa vedette, sino que su muerte dejó una huella significativa en la industria gastronómica y su legado sigue vigente.

En enero de 2021, durante una entrevista, Lyn May hizo una revelación sorprendente que dejó a muchos atónitos. Al ser interrogada sobre ciertos rumores en torno a la muerte de Chi Xuo, la vedette confirmó una historia impactante: admitió haber desenterrado a su esposo fallecido y haber dormido con su cadáver.

Aunque no dio detalles sobre el proceso de exhumación, explicó que su decisión extrema se debía al profundo duelo que sentía, ya que había compartido 25 años de su vida con él y no estaba dispuesta a dejarlo ir.

Este inusual período de duelo prolongado creó tensiones notables en el entorno de Lyn May, especialmente con su madre, quien la presionaba a permitir que su difunto esposo descansara en paz. La vedette rememora las discusiones diarias con su madre, quien le insistía que no estaba dejando que su marido descansara en paz.

La persistencia de Lyn May por conservar el cuerpo de su esposo en casa desató conflictos familiares continuos. Finalmente, su madre logró persuadirla, diciéndole que tenía que dejarlo ir. Lyn May no especificó cuánto tiempo convivió con el cadáver ni cómo finalmente lo dejó ir.

En 2011, la artista se casó con Guillermo Calderón Stell, un reconocido productor mexicano. Sin embargo, su matrimonio fue breve, ya que en 2012 Lyn May quedó viuda nuevamente.

Guillermo Calderón Stell, quien tuvo una destacada trayectoria en la producción cinematográfica y televisiva, falleció a tan solo un año de su unión con la artista, lo que marcó otro capítulo desafortunado en la vida personal de Lyn May. Este evento también resaltó las dificultades que la artista enfrentó en su vida amorosa.

Lyn May reveló que Vicente Fernández formaba parte de su “colección de amores” y que tuvieron encuentros íntimos en los camerinos del Teatro Blanquita cuando eran jóvenes. Aunque respeta profundamente a doña Cuquita Abarca, viuda del famoso Charro de Huentitán, Lyn compartió detalles de sus momentos con él, señalando que Fernández era “ojo alegre.”

Lyn comentó que, además de sus actuaciones, solían besarse, aunque él debía lavarse la cara primero. A pesar de su reveladora confesión, Lyn mostró prudencia, preocupada por la reacción de Cuquita.

Lyn May contó que, en una ocasión, mientras estaba casada, Chente la abrazó sin notar que su esposo se acercaba. Esto desató una intensa pelea entre ambos hombres, que se convirtió en una confrontación física.

La vedette mencionó que ella y el cantante estaban besándose en el teatro cuando su marido se acercó. Chente, al percatarse de la situación, atacó a su esposo, y la pelea continuó hasta que el hermano de la vedette intervino para separarlos.

Desde 2021, Lyn May volvió a ser noticia en los medios por su supuesto romance con el cantante Marco Hernández, conocido como Markos D1, con quien se decía que iba a casarse. Sin embargo, este supuesto noviazgo resultó ser falso.

El joven Markos D1 intervino para desmentir aquellos rumores sobre la relación, aclarando que nunca fueron pareja, a pesar de las apariciones públicas juntos y los besos que se dieron en diversos eventos.

En 2021, la exvedette mexicana y cantante, sorprendió a todos al revelar en redes sociales que estaba esperando un bebé a los 68 años junto a su supuesta pareja Markos D1. La noticia desató una avalancha de reacciones que incluyeron asombro, críticas, y comentarios sarcásticos, además de generar preocupación por los riesgos asociados a su edad avanzada.

Lyn May, conocida por su carrera en el espectáculo y múltiples escándalos mediáticos, enfrentó una mezcla de admiración y controversia debido a este inesperado anuncio.

La sorprendente revelación de que su embarazo era una broma dejó a todos asombrados. La actriz y vedette mexicana de ascendencia china explicó que el propósito era ofrecer un respiro cómico en medio de las noticias tristes y preocupantes en relación con la pandemia del Covid-19.

“Es importante proporcionar distracción y entretenimiento para que la gente no esté inmersa constantemente en malas noticias,” señaló. Según Lyn, con esta actitud busca ofrecer momentos de alivio y humor en un panorama informativo frecuentemente sombrío.

En una entrevista, Markos D1 aclaró que el supuesto romance con Lyn May era falso y que solo fue un asunto profesional relacionado con un video musical en el que colaboraron. Explicó que, durante la promoción de su canción “Borracho” en Ciudad de México, conoció a Lyn May a través de su mánager.

Ella escuchó la canción, bailó, y el cantante le propuso protagonizar su video musical. La confusión sobre su relación surgió porque en el video se casan, pero el artista asegura que fue solo una estrategia publicitaria.

A finales de octubre de 2023, Lyn May expresó su solidaridad con Acapulco, su ciudad natal, tras el impacto del huracán Otis. El huracán azotó la costa del Pacífico de México como una feroz tormenta de categoría 5 el día 25 de octubre de 2023.

En un emotivo mensaje en Instagram, compartió su tristeza por ver a su querida ciudad y a su comunidad, que considera su familia, atravesar tiempos tan duros. “Mi corazón está devastado al pensar en Acapulco, el lugar donde nací y crecí, y ver cómo enfrenta esta difícil situación,” comentó.

Cuando apenas tenía 26 años, Lyn May sufrió una mala praxis que marcó un antes y un después en su vida. Durante una intervención quirúrgica en el rostro, el procedimiento no salió como se esperaba. Los errores médicos llevaron a complicaciones graves, que afectaron su salud y la calidad de su vida.

La actriz cuenta que abusaron de su juventud e inexperiencia, ya que le inyectaron aceite de cocina y de bebé, en lugar de colágeno, y que en realidad solo buscan sacarle dinero y nada es lo que prometen.

La mala praxis no solo puso en riesgo su vida, sino que también le trajo sufrimiento debido a las constantes bromas sobre su aspecto físico. Tras años de burlas, decidió, en los últimos años, hablar sobre el tema en varias entrevistas. La misma Lyn asegura que se sometió a varias cirugías para verse más joven, incluso sabiendo que no lo necesitaba.

A pesar de las críticas que ha recibido y sigue recibiendo, Lyn May las ignora y aconseja a sus detractores que inviertan su tiempo en actividades productivas en lugar de criticar a los demás.

Con respecto a la mala praxis que ha sufrido, Lyn May comentó que buscará ayuda médica en Los Ángeles para tratar las secuelas de las cirugías estéticas pasadas. La vedette planea este viaje para mejorar la apariencia de su cara, especialmente para tratar las “bolitas” formadas por el aceite inyectado.

En una reciente entrevista, Lyn May comentó que ya está recibiendo tratamientos para este problema y ha notado mejoras. También reveló que está considerando una nueva cirugía para colocar implantes en el pecho, aunque aún no ha tomado una decisión.

Lyn sigue brillando en el mundo del entretenimiento. A sus más de 70 años, mantiene una presencia vibrante en la escena pública y continúa siendo una figura relevante en el espectáculo gracias a su estilo provocador y a su talento.

A pesar de los cambios en la industria del entretenimiento, Lyn May ha logrado mantenerse en el foco y adaptarse a las nuevas tendencias, demostrando que su estrellato no es solo un recuerdo del pasado, sino una realidad presente. Su capacidad para reinventarse es un testimonio de su resiliencia y amor por el espectáculo.